Mermelada de ciruelas.

Unas semanas de retiro en mi huerta da mucho de sí. A las 48 h de llegar he transpasado en varias ocasiones la finísima línea que separa quitarte un par de granos de autointervenirte de cirugía menor, he engordado 2 kilos a base de migas con chorizo y bollos de aceite, me he releído los Hola de años anteriores y me he resfriado mojándome los pies en mi gélida acequia. Es el momento de hacer mermelada compulsivamente hasta dejar mi ciruelillo pelado. 

Elaboración:

1.Quitamos los rabillos y lavamos bien las ciruelas, las partimos por la mitad y las deshuesamos. Si la ciruela es pequeńita como mis Mirabelles también podéis ponerlas a fuego lento hasta ablandarlas y luego machacar la mezcla resultante usando un escurridor y una cuchara de madera.

2. Pesamos la fruta, la colocamos de vuelta en la cazuela con la misma cantidad de azúcar y llevamos la mezcla a ebullición. Hervimos la mermelada durante 15-20 minutos removiendo bien para evitar que se pegue y retirando la espuma de la parte superior de la mezcla con la cuchara o una espumadera.
Para comprobar si nuestra mermelada está lista sacamos una cucharadita y la dejamos enfriar en un plato frío. Si la mermelada cuaja inmediatamente está lista para ser envasada. 

3. Vertimos la mermelada cocida en los frascos hervidos con ayuda de un embudo y guantes de fregar para evitar quemaduras, los cerramos y los vertimos boca abajo.

4. Una vez fríos los etiquetamos y adornamos usando telas,guitas, lazos botones. A mí me encanta ponerlos bien cursis y regalárselos a mis amigas más pragmáticas de la city y a mis amigos gayers más marujis.